El pistacho, ese fruto seco de color verde vibrante y sabor ligeramente dulce, se está ganando un lugar destacado en la gastronomía argentina. Ya sea para picar entre horas, como ingrediente en recetas dulces y saladas o para darle un toque especial a postres, el pistacho llegó para quedarse.
Un poco de historia:
Aunque ahora lo vemos en todos lados, el pistacho tiene una larga historia que se remonta a miles de años atrás. Originario de Medio Oriente, era considerado un fruto de lujo en la antigüedad. En Italia es un clasico en muchas recetas.
¿Por qué nos gusta tanto?
Además de su sabor único, el pistacho tiene un montón de beneficios para la salud:
Es un powerhouse nutricional: Está lleno de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.
Bueno para el corazón: Ayuda a controlar el colesterol y la presión arterial.
Da energía: Es ideal para deportistas y para esos momentos en que necesitamos un empujoncito.
Cuida la línea: A pesar de ser calórico, su alto contenido en fibra ayuda a controlar el apetito.
¿Cómo disfrutarlo?
Las opciones son infinitas:
Al natural: Para picar solo o como parte de un mix de frutos secos.
En la cocina: En salsas pesto, ensaladas, pastas, pescados, pollos… ¡le da un toque a cualquier plato!
En postres: Helados, tortas, cookies… el pistacho es un ingrediente estrella en la pastelería.
¿Sabías que…?
Argentina produce sus propios pistachos, principalmente en San Juan y Mendoza.
El pistacho es un fruto seco "amable" con el medio ambiente, ya que necesita poca agua para crecer.
La cáscara que se abre naturalmente indica que el pistacho está maduro y listo para comer.
Un consejo:
A la hora de comprar pistachos, elegí aquellos que tengan un color verde intenso y una cáscara ligeramente abierta.
Así que ya sabés, la próxima vez que tengas ganas de un snack saludable y delicioso, acordate del pistacho. ¡No te vas a arrepentir!